Mamamia es un emprendimiento intergeneracional, donde Ana Lucía Cantillano (hija), Magda Roíz (madre) y Lídice Sotomayor (abuela) estrechan su vínculo familiar a través del hilo y la aguja.
Afectadas por la distancia cuando Ana Lucía y Magda —su mamá— se fueron a estudiar a otro país, e impactadas por la crisis, al reencontrarse con Lídice decidieron iniciar un negocio que, más allá de generar ingresos, es un emprendimiento cargado de mucho sentimiento y de esa fortaleza que representa a la mujer en todas sus etapas.
Origen
Mamamia era la mamá de doña Lídice, quién le enseñó desde muy pequeña a tejer, doña Lídice mantuvo la costumbre a lo largo de los años y hoy le enseña a su hija, Magda y a su nieta, Ana Lucía, el arte de crear piezas únicas.
Siempre hemos sido muy unidas y para mí representa una gran satisfacción enseñarles. Sobre todo me siento tranquila de que ellas están tomando todas estas ideas y que las están transmitiendo, para que las máquinas no vengan a sustituirnos, porque hacer las cosas a mano y con mucho amor no tiene precio».
¡Hora de crear!
Cada una con sus habilidades aporta al negocio, Ana Lucía por un lado se encarga del manejo de Instagram, de las ventas y las entregas, mientras que Magda lee y se mantiene al día sobre las nuevas tendencias y los colores que utilizan en las pasarelas verano y primavera, tomando inspiración de modas como Boho Chic.
Por otro lado doña Lídice es la maestra, como Magda la describe, que desde hace unos meses les ha enseñado a tejer desde bolsos de lona con aplicaciones, hasta cotonas con diseños más elaborados.
En esta primera línea de productos se pueden encontrar bolsos, porta celulares, batas, mochilas de lona, y no hace mucho introdujeron accesorios como pulseras, chapas y collares utilizando semillas, madera e hilo. Próximamente crearán crop tops totalmente tejidos a mano y camisetas para los más jóvenes.
La generación de cada una influye en la creación de sus piezas, es por eso que su segmento es bastante amplio al igual que la gama de sus productos.
Trabajo en equipo
Muchas veces se cree que trabajar en familia no es la mejor opción, sin embargo, Mamamia es la prueba de que se puede lograr.
Todo tiene pros y contras, en el caso de nosotras son más pros, porque logramos ponernos de acuerdo, hay una buena comunicación y eso hace que las cosas sigan su curso» añade.
Según Magda el reto ha sido aprender a tejer desde cero, porque al final del día aunque todas realizan tareas distintas las tres tejen a la hora de crear.
Desde su perspectiva emprender en tiempos de crisis es desafiante, pero observa que ahora hay más apertura al consumo local, hay más solidaridad y las personas están apoyando a los diferentes emprendimientos. Ese ha sido un punto a favor.
Para ellas las crisis pueden convertirse en oportunidades si ves desde una perspectiva más optimista.
De generación en generación
Magda espera «que no se pierda el arte del bordado y el tejido, que sirve como terapia y como una forma de relacionarse y estrechar afecto» mientas que Ana Lucía desea enseñarle a sus primas más pequeñas para continuar con la tradición.
En un futuro ellas visualizan a Mamamia con su propia tienda, dando espacio a otros emprendedores para que vendan sus productos, empleando a jefas de hogar con necesidades y creando una red de apoyo donde el tejido se convierta en una razón para reunirse con otras mujeres y compartir experiencias de vida que las fortalezcan.
«Tejer ocupa tu mente, te abstrae, te libera, volás» y entonces encontrás un estado de paz que solo vos mismo/a te podés dar.
Este 30 de marzo Mamamia estará presente en El Mercadito Feminista un evento de #LadyFestManagua, es tu oportunidad para obtener una de sus piezas y conocer la fuerza femenina que lo lidera.