Un proyecto de improvisación musical se apodera de las noches en Managua todos los miércoles, con la firme intención de generar un espacio para disfrutar de la fluidez en melodías y la convergencia de artistas nacionales.
Nació cómo una idea que constantemente rondaba la mente de Edgard Fonseca, profesor de música en el Lincoln Academy y guitarrista de Monroy y Surmenage, luego de pasar un tiempo estudiando música en Barcelona. “En Barcelona habían Jam Sessions todos los días, donde se juntaban los alumnos de todos los conservatorios a improvisar y salían nuevos proyectos. Entonces pensé que tal vez eso es lo que necesitábamos acá, un catalizador para que se mueva el medio y que los nuevos músicos tengan una oportunidad para tocar frente a un público y con artistas nacionales establecidos. Queremos que los músicos salgan de su cuarto, salgan de sus proyecto e improvisen, ya que es la forma más pura de hacer música, prácticamente estás hablando a través de un instrumento”, expresa.
Luego se sumó Michael Cortina, baterista de Nemi Pipali y Espiral, quien considera de suma importancia darle continuidad a la iniciativa, para que la escena de rock nacional tenga nuevas propuestas y mezcla de géneros.
“El que quiera participar tiene que prepararse mentalmente para venir y presentarse de esa forma porque la bebés o la derramás y eso es lo divertido, poder ver cómo se desenvuelve cada músico. Es una forma pienso que ayuda a los chavalos jóvenes y a los que están establecidos en su zona de confort”, afirma Cortina.
El primer encuentro fue hace dos semanas y la reacción de la gente los motivó aun más. Algunos de los presentes como Alejandro Mejía, Omar Ríos y Noel “Chipi” Portocarrero, intercambiaron melodías durante la noche en una sesión improvisada que promueve “estimular el compañerismo entre músicos”.
No cabe duda de que la idea se está abriendo espacio en la agenda nocturna de la capital y ahora le próximo paso es crear una temática especial por noche. Asimismo no quieren que sea solo instrumental, pues un cantante puede proponer una base de una canción e improvisar sobre eso o incluso planean en un futuro incluir poesía o rap y armar una mezcla mucho más heterogenea.
Para los creadores, los Jam Sessions pueden contribuir a una mejor apreciación de los músicos locales, al verlos en su proceso de creación y surgimiento, pues la improvisación es esencial para que se engendren otros proyectos. “Por eso hay que ponerle empeño, es un espacio que queremos que dure lo más posible para que los músicos jóvenes se unan y para que la calidad y variedad musical mejore. Tratamos de crear algo así como una piscina genética, la mayor diversidad en una piscina genética a ver qué sale”, explica Michael.
Y aunque en estas primeras ocasiones han coincidido músicos reconocidos de diferentes bandas, la idea es que sea algo más grande, por eso hacen un llamado a todos los músicos de los diversos géneros que participen. La cita es semanal todos los miércoles y es gratis. “Creo que es importante que lleguen músicos de todas las escenas. Así que si hay músicos que quieran entrar, ponganse contacto con nosotros de antemano y nos envían un video o una grabación. El día que lleguen solo les pedimos que usen su instrumento y listo, porque el ampli lo ponemos nosotros y hasta la batería”, enfatiza Edgard.