Últimamente los noticieros amarillistas han estado manchados de sangre de muchas niñas y jóvenes víctimas de violencia física. Debo confesar que no soy fanática a ver este tipo de noticias, pero es inevitable no percatarse de la pandemia que nos está quitando la vida a las mujeres.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que nos sigan matando?¿Podrá el estado responsabilizarse de tanta cultura machista que invade nuestros cuerpos y nos deja sin vida?
En febrero suman más de 9 las mujeres asesinadas este año, en manos de sus compañeros, ex parejas y desconocidos. Cruelmente sepultados se han encontrado los cuerpos de niñas, adolescentes y jóvenes en varios departamentos del país. Esto sin sumar los números de las víctimas que han sido silenciadas y reprimidas a lo largo del tiempo.
La violencia en Nicaragua nos quita la vida. Al caminar por las calles corremos el riesgo de ser abusadas, toqueteadas y acosadas por un sinnúmero de abusadores. Y digo que la violencia nos quita la vida, porque las mujeres que denunciamos este tipo de incidentes somos agredidas por una sociedad machista que defiende al acosador, al abusador y al agresor.
Recientemente Valery, una joven universitaria recibió ciberbullying, acoso verbal y físico por denunciar un ¿Simple adiós?, donde un guarda de seguridad la acosó con la elegancia de los «buenos modales».
A muchas nos tildan de «putas», «ofrecidas y hasta «regaladas» por como nos vestimos. La sociedad nos culpabiliza por ser violadas. «Vos te los buscaste», «quién te manda!» son algunas de las frases con las que nos juzgan y nos acusan. Les dejo el siguiente video que habla sobre este tipo de frases:
Parir o morir
En octubre del 2018 se suman 11 años de penalización absoluta del aborto en Nicaragua. Momento en el que retrocedimos en materia de derechos humanos, pues el cuerpo de la mujer está condicionado a parir o morir, sea cual sea el diagnóstico y a pesar de tener su vida en riesgo. Esta condena fue aprobada en el 2006, en medio de una campaña electoral, la Asamblea Nacional derogó el artículo 165 del Código Penal, castigando a las mujeres a ser víctimas de la violencia estatal.
«Eso que elijan por vos te hace sentir impotente, creo que primero debés de darle valor a la mujer, no veo porqué se tiene que excluir este derecho, pues así como los varones, tenemos libertad de decidir por nuestra vida si estamos en riesgo», nos comentó Nebe, jugadora de Rugby.
También conversé con otras jóvenes deportistas quienes también apelan por la vida de las mujeres y nuestro derecho a decidir. ¡No estoy quedando loca, nos están matando!
Adriana Trillos, psicóloga feminista nicaragüense-colombiana, explica que obligar indefinidamente a una mujer a mantener un embarazo en circunstancias donde su salud está en riesgo “son ejemplos de violencia obstétrica”, sobre todo específicamente en los casos donde el bebé nacerá muerto y la madre ha sido notificada desde antes de dar a luz.
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Les comparto este video bastante claro sobre el embarazo ectópico, una de las causales de salud por la que debería estar permitida la interrupción del embarazo:
Otras causales pueden ser: por enfermedades que se inician o son preexistentes y que se agravan con el embarazo, embrión o feto que presenta anomalías congénitas incompatibles con la vida o embarazos resultados de violencia sexual.
Ser niña o adolescente en Nicaragua
Según un estudio realizado por FUNIDES en el marco de la campaña Lo Que Debe Ser Penoso, Nicaragua deja de percibir 12 millones de dólares al año a causa del embarazo adolescente. De acuerdo con datos presentados en dicho estudio, solamente 1 de cada 10 madres adolescentes continúan sus estudios, lo cual las convierte en uno de los grupos sociales con menor nivel de escolaridad.
Caminar en las calles de Nicaragua, es transitar por comunidades y barrios donde predominan las adolescentes cargando bebés recién nacidos. Es conocer a chavalas jovencitas que abandonaron la escuela por falta de asistencia en el hogar, quienes en muchas ocasionas son víctimas de violencia de sus parejas. Muchas deciden callar por que «la calle está dura», como me lo mencionó una chavala de 23 años, víctima de violencia y madre de dos niños.
“Nicaragua tiene altas tasas de violencia doméstica y sexual, que pueden redundar en embarazos no deseados”, expresa la organización Human Rights Watch (HRW) en su página web. Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las complicaciones en el embarazo y el parto son la principal causa de muerte entre las adolescentes en países en vías de desarrollo.
Nos están matando y nos cierran las calles para que no nos manifestemos. En la televisión programas vacíos donde reina el machismo y la estética, nos dan discursos para vernos lindas y radiantes, mientras afuera están sufriendo mujeres en silencio, muriendo lento y sin justicia que las ampare. Necesitamos actuar, exigir nuestros derechos y gritar al unísono: ¡Vivas nos queremos!
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