Vivimos una época en la que coexisten miles de géneros y artistas musicales al mismo tiempo. A mi entender esto es maravilloso, sobre todo porque gracias al Internet ya no dependemos de la programación de las radios o los canales de música. Sin embargo, no siempre ha sido así. Hace tan solo veinte años era necesario visitar una tienda de discos. Me confieso nostálgico. En mi adolescencia fueron mis lugares favoritos, sitios donde dediqué horas y horas a escuchar de todo, aunque siempre regresaba a casa con discos viejos tomados de la sección de descuentos. Fue así que descubrí a los grandes iconos del siglo XX. Músicos como Michael Jackson, The Beatles, David Bowie y Queen estaban por todas partes. Fueron sus obras las primeras que compré con mis ahorros. Los grandes referentes del siglo, hoy la mayoría muertos.
Cuando me enteré de la muerte de Bowie no pude evitar entristecerme profundamente. Tan solo unos días atrás me encontraba obsesionado con su última producción: Blackstar. Como si Bowie estuviera consciente de sus últimos días el resultado es una obra mágica lanzada dos días antes de morir. Sin duda el disco de alguien que enfrenta a la muerte, un tema poderosísimo para abordar en la última obra de un músico como él. Meses después nos sorprendió Prince. Mierda –pensé– se están muriendo todos los grandes. Siempre me pregunto cuántos grandes discos nos hemos perdido gracias a las muertes súbitas. ¿Qué pasará cuando mueran todos los grandes iconos de la música? Cuando ya no esté Roger Waters, Paul McCartney ni Mick Jagger. Probablemente nacerán otros, naturales o pre fabricados, pero es difícil imaginar otra época como la de las grandes figuras de los 60s, 70s y 80s.
La muerte de alguien talentoso siempre es algo terrible, como es el caso del famoso club de los 27: Brian Jones (The Rolling Stones), Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Amy Winehouse, Kurt Cobain y un largo etcétera, todos muertos a los 27 años. Se imaginan una nueva producción de Amy o de Hendrix en pleno 2016. No deja de ser frustrante saber que es imposible. Hace una semana vi el documental de la vida de Amy y me sentí profundamente conmovido, aparte de ser un enorme admirador de su trabajo, una muerte como esa pudo haber sido evitada perfectamente al notar las muchas señales de alarma que se veían por todos lados.
Para mí Juan Gabriel está junto a todos ellos, y no al fondo, sino en primera fila. Fue un grande entre los grandes. Recuerdo haber tenido discusiones de noches enteras con amigos músicos defendiendo mi postura que era uno de los músicos más grandes del mundo que vivían actualmente y de todo el Siglo XX. Le cantó a la vida, a la alegría y los golpes del amor con una expresividad única que cautivaba y sobresalía dentro de toda una generación de cantautores. Tenía una personalidad fabulosa con la que desafió los estereotipos de una sociedad machista, la cual se echó en el bolsillo de su pantalón púrpura y su chaleco de lentejuelas mientras giraba y giraba. Pero más que eso era un gran músico, un gran compositor, un gran intérprete. Recuerdo que uno de mis maestros en la universidad que era parte de su orquesta (porque los grandes tocan con su propia orquesta) decía que cuando arreglaba sus canciones le decía a la sección de violines “ahora los violines van bajo la melodía principal ta ra ra rá, duuuu duuuu (tarareando la melodía que debía tocar la sección), y las trompetas y trombones van patam, patam, patam, tan tan”. Y no, no le daba las notas porque no era un músico de escuela, era un músico de corazón, de talento, de infinito talento único. Compuso más de 1,500 canciones, FUCK!!! El tipo no solo componía y arreglaba sus rolas y las de muchos otros, era un compositor extremadamente prolífico, como los grandes músicos de la historia. Sus composiciones han sido traducidas al turco, japonés, alemán, francés, italiano, tagalo, griego, papiamento, portugués e inglés, y han sido interpretadas por más de 1,500 músicos en todo el mundo. Es el compositor hispano más cantado a nivel mundial. A vendido más de 150 millones de discos solamente él y muchos millones más como compositor. El tipo era un astro fijo en el firmamento de la música popular contemporánea mundial, murió el 28 de agosto del 2016 y como admirador suyo lloré su muerte cantando a moco partido Querida, Hasta que te conocí, Siempre en mi mente, Amor Eterno y Abrázame muy fuerte.
Estamos invitados a ver cómo caen los grandes ídolos de la música y ver qué queda después de ellos.
Acá una lista de alguno de ellos, si quieren agregar alguna rola, con toda confianza: