Por La Boca Muere El Pez es un negocio de ropa no convencional. Funciona mediante showrooms (sala de exposición), eventos en los cuales María Delgado y María Candelaria Rivera, dos muchachas emprendedoras, ofrecen piezas únicas y de época.
Vintage es un término que está de moda. Es empleado para referirse a toda clase de objetos con cierto grado de vejez. Se ha vuelto un fenómeno global sentir nostalgia por épocas ajenas a la nuestra, tanto así que han regresado del pasado artefactos que por un momento se dieron por desfasados.
Nada está exento de esta corriente, desde las películas que rescatan por medio de sus paletas de colores los mismos colores de las cámaras análogas de época, pasando por los bolsos y toda la indumentaria masculina y femenina. Pero a estas alturas, ¿todo lo que se fabrica y se hace pasar por vintage es realmente vintage?
Cande Rivera y María Delgado, amantes de la ropa de segunda nos dicen que no. Afirman que, la ropa que es verdaderamente de época tiene que tener personalidad y carácter. Características que ellas tienen presente en cada showroom que organizan.
Por la boca muere el pez
Así se titula este negocio que lleva funcionando desde junio. María Delgado y Cande Rivera se conocieron en Argentina, aunque siempre fueron vecinas en Managua. María es fanática de las pacas, en especial la de los pueblos, donde ella ha encontrado todo tipo de prendas únicas.
Allá en Buenos Aires los showrooms son muy famosos. Yo decía, ¡qué raro que en Managua no se haga si hay tanta ropa!, cuenta María Delgado que así fue naciendo la idea de traer esta clase de eventos al país. Después de un tiempo vuelve a Nicaragua muy entusiasmada con su idea innovadora. Se une con una amiga más y Cande y comienzan a trabajar en todos los pormenores del proyecto.
María afirma que nunca dudó acerca de su proyecto. Con una seguridad muy marcada iniciaron el primer evento en junio, el cual fue todo un éxito. En dicho evento tuvieron la participación de otros artistas locales.
¿De dónde vino tan curioso nombre?
Sus creadoras cuentan que el nombre salió de un conocido juego de palabras (cadáver exquisito) usado por los surrealistas y dadaístas. Con este método de creación colectiva, salió en una noche el logo del proyecto, su nombre y la paleta de colores.
Estas dos jóvenes, no tienen problemas con salirse de lo convencional. Para María Delgado, la ropa, cuando la apropiás a tu personalidad es sinónimo de alegría. Para Cande, es la extensión de uno mismo. Con la ropa podés identificarte y conectar con la gente, afirma.
La ropa que se presenta en los showrooms de Por la boca muere el pez es de todas partes. Hay prendas que consiguieron desde Argentina, Nueva York y sobre todo en las ferias americanas de acá de Managua y de Estelí. Cada pieza es curada por el bueno gusto de Cande y María. Las prendas que ofrecen tienen que ser de los años 70, 80 y 90, cuyas características se distinguen desde el tipo de material con el cual fueron confeccionadas.
Una de las próximas metas de estas dos jóvenes emprendedoras es poner un espacio cultural en el cual puedan vender no solo vestuario, también piezas de arte.
Para estar al tanto de los eventos que organiza Por La Boca Muere El Pez, las podés seguir en sus cuentas de Facebook e Instagram.
Escrito por Franklin Villavicencio