Detrás de cada obra de teatro, hay un proceso de investigación, de adaptación del texto, de búsqueda de cada personaje e improvisaciones que van definiendo el ritmo de cada instante. El equipo artístico del teatro Justo Rufino Garay, dedica por lo menos 4 meses de ensayos, eso ocurrió con el montaje de la obra de teatro “La Frontera” de la dramaturgia Laila Ripoll bajo la dirección artística de Lucero Millán y las actuaciones de René Medina Chávez y Jhosay Peralta. Estrenada en el año 2012 sigue en el repertorio del Teatro Justo Rufino Garay. He aquí algunas preguntas para el equipo artístico de la obra y su proceso de montaje:
¿Cuál fue el punto de partida para ésta obra?
Lucero Millán: Partimos de nuestra necesidad de hablar del tema de la Migración, en esa búsqueda yo me acordé que hacía tiempo habíamos leído La Frontera de Laila Ripoll y que había dicho que algún día la montaría. Era un texto hermoso de muy pocas páginas pero muy potente. En la medida que realizábamos el análisis de la obra, sentíamos la necesidad de incorporar un elemento nuevo al texto, algo que acercara más al espectador, algo que tocara nuestras propias raíces y que a su vez hablara sobre el tema de migración, es ahí que le propuse al elenco artístico incorporar como eje transversal el tema de los afro descendientes en Nicaragua por considerar que su cultura es parte esencial del ser nicaragüense, realidad en muchas ocasiones ocultada por la cultura del pacífico.
¿Qué tan difícil fue indagar en la propuesta estética que propone la obra?
Lucero Millán:La conceptualización de la escenografía y de la puesta en escena la tenía clara desde que leí el texto, pensé en una piscina pequeña, de 2 metros por dos, llena de lodo, me propuse trabajar desde una escenografía minimalista, que recogiera la esencia y marcara claramente una frontera física pero a la vez metafórica. De esta manera nos dimos a la tarea de investigar a partir de ese espacio pequeño y con los propios cuerpos de los actores, ese fue un trabajo complejo, porque además de las dimensiones pequeñas, se actúa sobre lodo donde uno de los actores debía cargar todo el tiempo al abuelo muerto. Solo con actores bien entrenados se podía lograr, en ese sentido desde mi punto de vista el trabajo de René y Jhosay fue excelente. Cuando termina la obra los actores están exhaustos.
¿En qué se sostiene el trabajo de los actores?
Jhosay Peralta: En la obra de teatro aparecen dos personajes el abuelo y el nieto, que son interpretados por René y mi persona, ambos somos egresados de la escuela de teatro Justo Rufino Garay y miembros activos. Ambos con entrenamiento permanente intenso, pero para éste montaje había que incrementar el calentamiento para poder resistir los ensayos. Era la única manera de tener la resistencia para cargar permanentemente a mi compañero y dar lo mejor de nosotros.
¿Porqué hablar de migración? ¿Hay algo nuevo en el tema?
Lucero Millán: El tema no es nuevo, lo complejo es darnos cuenta que cada día más jóvenes quieren irse del país, no olvido una encuesta hace varios años que arrojó que el 80 % de los jóvenes decían que si tuvieran oportunidad se irían del país, me pareció escalofriante: Cómo se puede construir sentido de país así? Esta obra nos ayuda a reflexionar sobre lo doloroso que es partir, no solo para el que se va sino sobre todo para el que se queda. Es un tema del que se debe seguir hablando, reflexionado. Tenemos que buscar formas de retener lo más valioso que tiene el país: Su capital humano.
¿Qué hay en el performance?
René Medina: El espectáculo se divide en dos partes, el performance y la obra de teatro, la primera se desarrolla en la cafetería del teatro Justo Rufino Garay, parte de textos libres escritos por Lucero Millán, y que está bajo mi dirección artística, está actuada por tres jóvenes actores del grupo, Ekatherina Valenzuela (Actriz), Priscila Rosales (Actriz) y Carlos Ibarra (en proceso de formación). En el performance hay un trabajo físico de estos tres jóvenes donde podemos apreciar diferentes tipos de significados que tienen que ver con el hecho de cruzar la frontera y ese primer encuentro con el famoso “sueño americano “ esta primera parte de la obra se caracteriza por su lenguaje corporal y dinámico. Hasta que ves la obra, vos podes vincular claramente el puente entre el performance y la obra de teatro.
Para más info: Teatro Justo Rufino Garay
Agradecemos al Teatro Justo Rufino Garay por los insumos para la publicación de la nota.
Fotografías de Oscar Cantarero