Después de que nuestro escrito sobre el aborto masculino causara tanto revuelo en las redes sociales, nos dimos cuenta de que rara vez se asocia a los hombres con la interrupción del embarazo. Esta vez quisimos saber qué opinan al respecto.
Desde mi punto de vista deberían concienciar a las jóvenes nicaragüenses porque generalmente por buscar una solución fácil recurren al aborto, ya sea porque no tienen para la manutención o no se sienten preparadas. Tal vez podría considerarse una opción cuando la vida de la madre está en peligro y es la última solución, pero en el caso de una violación hay que discutirlo muy críticamente. (En el caso de las parejas) es una decisión que ambos deben tomar porque es el destino de la vida de su hijo y tienen que estar conscientes de que es la muerte de su hijo la que van a negociar.
Creo que es un derecho de las mujeres, es su cuerpo y pueden hacer con él lo que deseen. Personalmente, como hombre, estoy a favor del aborto terapéutico porque cuando está en riesgo la vida de la mujer, está bien abortar. Sin embargo, no se puede andar por la vida abortando porque sí. (En el caso de las parejas) aunque el hombre diga que no igual creo que la decisión final es de la mujer porque es su cuerpo.
Es bueno y es malo. Malo porque se le niega el derecho de vivir a un nuevo ser y a veces pone en riesgo a la madre. Creo que es una decisión muy importante y definitiva, pero si está en peligro la vida de la madre es preferible que aborte.
En general estoy en contra del aborto. El aborto terapéutico es un dilema que encierra ética, moral, principios cristianos. Cuando el embarazo es producto de una violación es normal que haya heridas muy profundas que marquen a la persona pero existen testimonios que dan razón de que vale la pena darle la oportunidad de vida a esa criatura. Si es una pareja, creo que el rol del otro es acompañar y aconsejar, pero creo que no está en la libertad de obligarla a tomar una decisión. Creo que hay que aconsejarlas y guiarlas y hacerles ver ventajas y desventajas de ambos lados porque muchas veces el aborto también las perjudica.
Como en todo, uno tiene que tomar decisiones, pero no puedo tomarlas desde el punto de vista religioso, como tampoco puedo desconocer la religión. En 1990 platicando con docentes en esta facultad, concluimos que la verdad es que tiene que regularse, tiene que haber salida porque hay ocasiones en las que no podés decir «no hay aborto y ya». Ahora te explico el problema, si vos decís de manera tajante ‘no se hará aborto’, pasa que afuera están abortando, entonces se realizan abortos en clínicas con pésimas condiciones y llegan al hospital solamente a morir.
Creo que depende de la situación en la que se da. Si está en riesgo la vida de la persona está bien, pero si es por un capricho creo que no. (En el caso de las parejas) creo que lo principal sería la vida de la mujer, si esta peligra el aborto sería necesario.
Considero que es una decisión de cada quién. Si ella decide abortar es porque ve los pro y los contra de ese embarazo y no hay que juzgarla por eso. La opinión del hombre influye bastante y sobre todo en nuestra sociedad machista pero la decisión está en la mujer porque es su cuerpo.
Las mujeres son las que tienen derecho a decidir sobre su cuerpo. Desde el inicio cuando alguien tiene una relación las decisiones son compartidas, pero en el caso de que la vida de la mujer esté en peligro, la última palabra la tiene la mujer porque tiene derecho a decidir.
Es algo complicado. Creo que muchas veces criticamos desde lo superficial, porque nos inclinamos a que nadie tiene el derecho a quitar la vida, pero a veces muchas mujeres pasan por situaciones en las que nosotros los hombres no nos podemos imaginar. Ellas como mujeres sufren acoso, maltrato o violación. Creo que a final de cuentas la decisión, por muy arraigada que esté la religión, depende solo de la mujer. (En el caso de las parejas) se debe tomar en cuenta la opinión de ambos, pero es necesario debatirlo.
Es un tema bastante delicado porque es importante la vida de la mujer como la vida del niño que lleva adentro. Si me uno a la religión estaría absolutamente en contra. (En caso de violación) creo que el niño no tiene culpa del daño que haya hecho ese hombre.
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