El sábado 16 de julio Casa Luna se llenará de niñas/os ávidos por experimentar con la pintura y mucho más, gracias a un taller impartido por Eleanore Hernández.
Aunque primero se iniciará con el taller de pintura, la idea es que la niñez conozca otras vertientes del arte como escultura, muralismo, collage e ilustración. La idea es abordar todos los aspectos posibles de una experimentación artística que incentive sus mentes.
También dentro de las clases interpretarán cortos animados, poemas y canciones a través del dibujo y se les mostrará el trabajo de pintores nacionales, ya sea de la vieja escuela como las nuevas propuestas. Asimismo la música será importante a lo largo de estos talleres, desde clásica hasta independiente para que tengan un espacio que no esté plagado de lo comercial y puedan experimentar con la inspiración más fácilmente.
¿Quién es Eleanore?
Comenzó estudiando Ingeniería en Calidad Ambiental en la UCA, pero la vida la llevó por los pasillos de la Escuela de Arte y abandonó por completo sus clases para entrar de lleno en la pintura mientras que con su talento se ganó una beca para estudiar Diseño Gráfico en la UPOLI.
Se le conoce por los afiches de Garcín, Digan Whisky y Proyecto Emerge, que crea a través de Honora, su marca personal. «Me di cuenta que no quiero hacer diseño comercial, sino experimentar algo más cultural ligado a la música y a la niñez», comenta.
Y es que su pasión por las niñas y niños se remonta a cuando era una adolescente y acompañaba a su mamá cuando iba a hacer voluntariado a un orfanato y disfrutaba mucho ir.
Para su exposición de trabajo final en la carrera de pintura trabajó el tema de la niñez en las calles que arman grillos de palma y así le llamó a su muestra Niños Grillos. Después se inclinó más a la ilustración siempre infantil, estuvo en talleres de psicología infantil y creación de cuentos infantiles. Se ha dado cuenta que eso es lo que le apasiona. «No todos son iguales, unos aprenden sobre la marcha, otros son totalmente independientes y mientras tanto vos misma volvés a ser niña en el proceso, aprendo tantas cosas solo con observar lo que hacen e intuyen».
Pensar fuera de la caja
La idea también es motivar un aprendizaje más flexible sin tantos modelos cuadrados que no dejan improvisar o crear.
«Tengo una alumna de pintura particular y ella no le gusta aprender recibiendo la información, sino que tiene que descubrirlo por sí sola, al combinar los colores creyó que era magia cuando creaba un color nuevo a partir de la mezcla y eso es mucho mejor a que vos misma le arruinés el proceso diciéndole que azul y amarillo dan el verde», comenta.
Su sueño es poder trabajar con niñas y niños de la calle, poder llevar sus clases a ellos de manera gratuita y seguir trabajando el tema de la cultura desde la ilustración.
Muchísimas Gracias Malva!!! un fuerte abrazo y buen viaje!!!