Escrito por Joaquín Rivas
A inicios del 2024 empecé, junto a otras cuatro compañeras, una pasantía en Teor/éTica, una organización fundada por Virginia Pérez-Ratton que tiene 25 años de fomentar espacios de diálogo, crítica y experimentación por medio del arte, así como las prácticas artísticas en Centroamérica y el Caribe.
La mayor parte de la pasantía coincidió con la exposición Territorios domésticos. Esta se da gracias al programa de Becas Curatoriales de Teor/éTica a Sofía Villena Araya y Erika Martin Arroyo. La investigación, llevada a cabo por ambas curadoras, trata sobre labores afectivas y curatoriales llevadas a cabo en espacios domésticos y cómo éstas nos forman.
Las salas de Territorios Domésticos
La muestra fue diseñada específicamente para Teor/éTica. En el Lado V, una de las casas de la organización, el trabajo se dividió para abarcar cuatro salas con los siguientes títulos:
Una expo tiene su propio archivo:
Una biblioteca propia del proyecto que se enfocó en el proceso de investigación que se llevó a cabo para su realización. En la sala hay fotos de reuniones virtuales, libros consultados, un glosario con definiciones hechas por personas involucradas, bocetos de los espacios y todo lo pertinente al proceso para que la exposición fuera llevada a cabo.
Reparar en espiral:
Archivo posible de EspIRA La Espora: Patricia Belli tiene una trayectoria de casi 40 años en el arte. En Nicaragua inició TAJo en 2001, que evolucionó para convertirse en EspIRA y de donde en 2004 sale otro proyecto: La Espora. La sala pone en contexto a los visitantes sobre la institución, su labor y colaboradores en Nicaragua y Centroamérica.
Quesaverga? El archivo de ArteFacto:
Esta sala es en honor al espacio artístico que existía gracias a ArteFacto, pero también a la actitud disruptiva y de resistencia de sus integrantes y participantes. Esta fue mi sala favorita. Aquí es donde vi, tangible, el sentido que yo encuentro en el arte: en la comunidad y los espacios de diálogo.
Lo doméstico es colectivo:
Un espacio de reflexión y participación. ¿Cómo crear lo doméstico? En la sala había planos de casas y enunciados en las paredes que invitaban a las personas a agarrar papeles y lápices que habían en la mesa en medio de la sala y dibujar sus propios territorios domésticos.
“La exposición Territorios Domésticos nació de un interés de investigación que tenemos las dos – y que cada quien ha venido haciendo a su forma, y que tenemos de formas distintas – que es sobre el cuido, sobre la presencia del cuido en la curaduría y más que todo, situado en cómo se manifiesta el cuido curatorial en Centroamérica”, explica Erika Martin.
Por su lado, Sofía opina que el diálogo fue importante para que esta exposición se diera. Un interés de profundizar en la función del diálogo para diversos procesos de creación motivó a las curadoras.
Asimismo Sofía explica que uno de los intereses de la investigación consistió en comprender el método de crítica que Patricia Belli desarrolló por medio de la EspIRA.
El mismo consistía en crear un círculo de participantes, quienes, mediante el diálogo y la discusión, interpretaban colectivamente obras. “Esta es la forma central de cómo empieza a ser la educación artística en Centroamérica”, aclaró la curadora.
Ese intercambio evidenciaba diferencias interpretativas entre las personas participantes, y permitía reconocer sesgos y puntos ciegos; parecía ser un método para cuestionar cómo vemos y en cuáles sistemas de creencias se fundamenta esa mirada.
Puesto de otro modo, la crítica se experimentaba como un proceso colectivo de deconstrucción de la mirada, o bien, como una pedagogía de la curiosidad, la empatía y la honestidad con lo que se crea.
El diálogo como centro de investigación en Territorios Domésticos
Hay una similitud casi poética en el hecho de que el diálogo sea uno de los centros de la investigación, y en la manera en la que este proyecto curatorial nació “entre nosotras hablando, compartiendo y contrastando nuestras formas de experimentar el mundo”, dijo Sofía.
El contexto histórico en el que la EspIRA surge es clave para su propósito. El proyecto se fundamentó en la vocación de Patricia Belli por estructurar una red de comunicación entre artistas de la región. Lo que terminó de consolidar esta visión fueron las giras anuales de formato expositivo para mostrar los resultados de las residencias.
“Ya estaba consolidándose la bienal como agente de intercambios para el sector artístico, abriendo puentes fronterizos. Sin embargo, se debía dar el paso a espacios de encuentro más significativos, sin dejar de lado una labor pedagógica que también se daba en el contexto de las bienales. EspIRA se estructuró en ese ambiente, proponiendo además una mirada esencialmente pedagógica del intercambio cultural”, cuenta Darwin Andino, artista hondureño.
A su vez, Darwin Andino ha coordinado proyectos regionales en EspIRA La Espora y es también una de las personas invitadas a participar en las actividades adyacentes a la exposición.
Más allá de la teoría
De las cosas más intimidantes de una exposición es la teoría. Los conceptos de curaduría, archivo, muestra, cédula, entre otros, fueron ajenos a mí hasta que empecé mi bachillerato en historia del arte. En la universidad y en la calle es común sentir la necesidad de justificarnos, especialmente con respecto a nuestros saberes.
En Teor/éTica es donde me di cuenta que estos aspectos no siempre necesitan justificación, pero sí ayudan a encontrarnos y entender nuestros lugares.
Todos compartimos nuestro origen en tanto que venimos de espacios domésticos en donde el arte se esconde en la cotidianidad: en el diseño de una sala, en hacer el menú dentro de los límites de un presupuesto, en reparar cosas que serían más caras de botar, en la música que se escoge para hacer oficio, entre otros.
Te puede interesar: Teatro feminista, mujeres en busca de compartir sus voces con el mundo
En la exposición, se entiende que lo social se construye desde la casa, desde donde se aprende a ser parte de una comunidad. Es difícil construir lo social desde el hogar cuando la sociedad exige el agotamiento de las personas que la conforman.
No es posible esconderse del entorno socioeconómico, ni siquiera en nuestros propios refugios; los sistemas que nos rodean crean obstáculos para la convivencia y aunque estas dificultades pueden darnos una identidad, también amenazan la seguridad que puede ofrecer lo doméstico.
Hay que organizarse para cenar juntos porque es el único momento del día en el que la familia se puede ver, despertarse más temprano para ver el amanecer porque el trabajo termina tarde, la necesidad de aprovechar al máximo espacios cada vez más caros y pequeños y las interacciones con compañeros de cuarto son todos ejemplos de nuevas necesidades sociales que solo existen dentro y por lo doméstico.
Territorios Domésticos y la curaduría del cuidado
Aquí no solo hay un ejercicio curatorial hacia los elementos físicos y sentimentales de los espacios, sino una fuerza sobre las posibilidades económicas de las personas que los integran.
Es por eso que Erika opina que su analogía sobre el cuido y la curaduría es que son profesiones que no suelen ser remuneradas, al contrario, la labor que hacen es invisibilizada. Para ambas curadoras el archivo opera frente a la construcción de la historia y de lo político.
“Hay varias cosas antimercado y anticapitalismo dentro de lo que se ha convertido el arte contemporáneo. No tener objetos es una, el valor del archivo y las distintas formas de interpretar y presentarlo”, comenta Erika.
Sofía, por su parte, considera que ambas buscan crear un espacio pedagógico para la transmisión de la memoria. No era solo ir y admirar una obra, porque de hecho no había obra; la exposición consistió en una mezcla de archivos e infografías.
“Crear un espacio para que los públicos se familiaricen con estas historias, hagan suya la necesidad de transmitir la memoria de estas personas y proyectos, es de vital importancia en contextos donde los archivos y las instituciones son frágiles, así como para mantener viva una noción de arte desde la colectividad, la solidaridad y la pulsión de transformación social”, afirma Sofía Villena.
Un espacio para dialogar y resistir desde el arte
La casa es una sede centroamericana de política y es por esto que se representan partes de esta constantemente en el arte de la región. Se representa por ser una condición del arte y también porque se le rinde tributo por ser, para muchos artistas, el primer espacio de promoción de arte.
En un clima político tan antagónico a la cultura como el de la Costa Rica actual, en el que se promueven abiertamente los recortes a la cultura y la educación, la trayectoria de EspIRA La Espora y la de ArteFacto recuerdan la importancia del diálogo y la resistencia.
El arte es más que entretenimiento, es un recurso para poder conversar, quejarse, encontrar comunidad y hacerle frente a las condiciones adversas del contexto en el que es creado. Teor/éTica ofrece un espacio donde la participación es la meta, la manera de unir personas y darles un espacio para dialogar por medio del arte.
Por su parte Darwin opina que cuando vemos el pasado, con las bienales y proyectos como EspIRA, el primer impulso es creer que nuestra idea de región en diálogo solo se sostenía por hilos que, en la actualidad, dan la apariencia de un teléfono roto.
“¿Somos una región? Los Acuerdos de Paz en los años noventa generaron esta creencia, porque a nivel geopolítico nombraron este bloque y lo moldearon. Nuestro siglo 21 es la herencia de aquel proceso y el diálogo que se dio en el mundo del arte descansó en esta concepción fortalecida por la cooperación internacional”, explica Darwin.
Darwin también señala que la actual crisis de gobernabilidad en los países, “síntoma del fracaso de aquellos ideales de los acuerdos de paz”, ha roto la estructura donde proyectos como EspIRA o la bienal tuvieron cabida.
“Diría que hay un reto para el arte, que permite reconectarnos. Pero si es verdad que el arte es reflejo de la vida, lo que hace falta es una transformación social que mejore las condiciones de las personas y permita retomar esa plática que ha quedado pendiente entre instituciones y artistas de la región”, puntualiza Darwin.
Es posible imaginar un espacio doméstico que se enfoque en la creación de armonía y orden, pero no es compatible con las exigencias de la sociedad contemporánea.
Te puede interesar: LXS RURALES: Construyendo sinergia cultural
Es posible, sin embargo, pensar en un espacio doméstico que haga uso de todos los elementos del entorno y al mismo tiempo considere las necesidades de tiempo y energía de las personas que el lugar alberga y de esa manera resistir frente a un contexto que, cada vez más fuerte y consistentemente, se esfuerza por eliminar el afecto de los espacios.
Algo que decía Sofía que me parece una reflexión importante para concluir este texto es que la aprehensión del archivo en Centroamérica depende de nuestra voluntad de seguir contando y aprendiendo de estas historias.
Lo doméstico no solo es un lugar, es una actitud que se preocupa por ayudarnos a crecer y por hacer lo más que podemos con lo que tenemos.