La Managua de los años setenta es una Managua borrada. El terremoto de 1972 y el paso de los años transformaron esa ciudad en un recuerdo, un recuerdo que ha ido perdiendo algunas partes, cada vez más nublado. En esos años, las ruinas de la antigua Catedral Metropolitana de Santiago Apóstol de Managua se habían convertido en un espacio de homosocialización en la capital.
Esta es una de las dos historias que se cuentan en el fanzine tra(n)smanagua: memorias trans/cuir de una ciudad dispersa, creado por dos nicaragüenses radicades en Barcelona y parte de la comunidad trans.
“El nombre, es un juego de palabra con la palabra trans, pero también con la idea de ir tras algo, como detrás de, tanto por las historias subterráneas como nuestra acción de ir detrás de las historias queer y trans de la ciudad”, cuenta une de les autores del fanzine, quienes prefieren omitir sus nombres.
La inspiración
La idea, cuentan, surgió luego de conversar con une amigue uruguaye, también radicade en España quien tiene un proyecto de autopublicación y autoedición y con quien participaron en una feria. Sobre el tema, une de elles, había participado hace unos años en proyectos sobre espacios queer, entre ellos la antigua catedral.
“Hablamos de otros proyectos que admiramos bastante sobre archivo de personas trans. Nos inspiramos particularmente en un proyecto que se llama Trans Masc Studies y nos preguntamos dónde está el archivo de personas trans, sobre todo de trans masculinidades de Nicaragua y pensamos en La Caimana por lo pintoresca y particular que fue su vida. De ahí surgió la idea del fanzine”, agrega.
Las dos historias, creen, son parte de la historia trans y cuir de Nicaragua. Fue en un documental llamado Sex and the sandinistas de Lucinda Broadbent en el que hablaban de cómo, una vez abandonada la antigua catedral, este espacio se convirtió en un punto de encuentro para personas sexo y género disidentes. Un tema que también aborda el libro Crónicas de la ciudad de David Rocha.
Mientras que el caso de la historia de La Caimana, consideran es una historia cercana para la comunidad trans en Nicaragua al ser quizás la primera persona asignada mujer al nacer en vivir, casarse, tener una familia y morir abiertamente como un hombre en el país.
“Me parece que de alguna manera las dos historias aportaron mucho. La catedral es una catedral ocupada en ruinas para el cruising y la homosocialización, el trabajo sexual, o un simple punto de encuentro para disidencias después de un terremoto, en medio de una guerra, me parece que es bastante fuerte e interesante. Y esa historia fue borrada de la memoria en los años noventas, al punto de tacharla de un lugar como Sodoma y Gomorra”, apunta une de les autores.
De lo normativo a lo disidente
Para elle, esto es reflejo de cómo un lugar propio de una comunidad normativa, tras el abandono se convierte en un espacio para una comunidad disidente. “Esto habla mucho de a quién le pertenecen las ruinas o a quién le quedan, pero también de quién es capaz de usar un espacio en ruinas o abandonado y crear algo a partir de eso”.
Creen que esta ocupación de la catedral en aquellos convulsos años setenta, es “muy propio de nuestra manera de reaccionar ante tiempos difíciles, de cuando y donde vos pensás es imposible y pasa”.
El caso de La Caimana, piensan que es también pionero en la comunidad, pero otrxs autores siempre se quedan con el personaje. Por eso en el fanzine, intentaron redescubrir a la persona, conocer detalles cotidianos como qué bebía, qué le gustaba, al mismo tiempo que destacan que a pesar de la época y la dictadura, pudiera doblegar las estructuras legales, casarse como hombre, tener una familia, ser un hombre de negocios y además, lograr que en su acta de defunción fuera inscrito como Carmelo, el nombre que usaba.
“Que una persona transmasculina haya sido un personaje tan querido, que haya tenido familia, que haya sido de alguna manera exitosa también en un momento tan conservador, me parece como bien extraordinario”, expresa.
El proceso
El fanzine está impreso en Risografia en tres colores, amarillo, azul y negro, en alusión también a los colores de los elementos que se usaban para fabricar pólvora, y el que fue el negocio de La Caimana. Está impreso a ambas caras a modo de mapa y contiene detalles importantes para ambas historias.
Debajo de las imágenes y textos que cuentan la historia de la vieja catedral y la comunidad queer, se ve en amarillo una fotografía que fue parte del proyecto Operación Queer, que hace unos años estuvo basado en Managua.
En la otra cara, destaca un mueble donde pueden apreciarse dibujos de objetos personales de La Caimana. Esto, explican, es una metáfora de lo público y lo privado, pero también un homenaje a la mueblería que su viuda creó tras su muerte. Al fondo se ve un mapa de Managua, donde también puede verse el recorrido que tuvo su funeral, además de historias, puntos de referencia y datos más personales sobre su vida.
El primer tiraje del fanzine estuvo disponible en Barcelona. Actualmente, están evaluando una segunda impresión, pero aún no han definido cómo se realizará su distribución. Mientras tanto, mantienen su objetivo de visibilizar la historia queer.
“Claramente hay personas queer en Managua, pero tendemos a hablarlo calladito. Una vez escuchamos en una charla esta idea de las travestis fantasmas de la ciudad, porque cada persona tiene en su memoria el recuerdo de la primera vez que vio a la persona trans del pueblo, pero muchas veces no saben como se llama, no les sacamos del personaje. Queremos darle nombre y un espacio y hablar desde un colectivo que existe”, concluye.