Ser freelance, es una tendencia del mundo laboral hoy en día. FreeLancer es aquella persona que trabaja en su profesión, pero por cuenta propia y sus servicios son vendidos a terceros, donde se entrega un resultado en tiempo definido. No es un modo de trabajo en el que se haga poco, pues la gente freelance tiene que jugar varios roles a la vez, desde buscar sus trabajos, administrar el dinero o hacer subcontrataciones cuando es un proyecto muy grande; además tiene que gestionar su tiempo laboral y su tiempo libre y corregirse si se está desviando de su objetivo.
Hablamos con algunas personas que trabajan en esta modalidad para sondear cómo es ser freelance en este país. Algunas personas escogieron este camino como una respuesta ante un contexto en el cual, las contrataciones fijas estaban disminuyendo, mientras algunas personas sintieron el deseo puro de emprender por cuenta propia. Hay a quienes sus primeras experiencias profesionales les fueron llevando por este camino, esa fue su entrada al mundo laboral.
María Martha Escobar cuenta que cuando entró a estudiar Comunicación Social, pensó en laborar en un periódico, pero en el transcurso del tiempo se dio cuenta de la dinámica de trabajo, lo cual no tenía nada que ver con lo que ella deseaba. Entonces, optó por aprender más de publicidad, video, radio y otras habilidades que la llevarían a insertarse en el mundo laboral de otro modo. “En ese momento, aún estudiante, aunque ya estaba medio desencantada de la oferta laboral, no me pensaba freelance, pero me metí al mundo de los proyectos, ong, etc y eso rollo me fue absorbiendo. Nunca me ofrecieron un puesto y nunca me sentí mal por eso, me gustaba el hecho de poder descubrir y experimentar diversos temas, formatos y lenguajes, estar cambiando de trabajo, no tener jefes, horarios y todo lo demás.”
Esta modalidad de trabajo requiere mucha responsabilidad y organización del tiempo del que disponés. “Ese es el principal reto”, explica Oscar Acuña, “ordenar el tiempo, pues para poder completar un ingreso estable y suficiente para solventar los gastos implica que a la vez tenés que hacer varios trabajos.” Para lograr esto, Oscar apunta por terminar las cosas más simples que implica su trabajo, luego aquello que implica más esfuerzo y deja por último las subcontrataciones.
No todas las experiencias son iguales, cuando venís de un trabajo de tiempo fijo en una oficina, trabajar en la casa tiene otras implicaciones. Ana Leonor Paíz considera que fue lo más complicado para ella, “la vida se volvió caotica y estresante”, pues el cambio de espacio no le hacía sentir que trabajaba, y su familia pensaba lo mismo al verla pasar mucho tiempo en la computadora. Sin embargo, con el tiempo creo su propia disciplina: “Me ayudó el obligarme a estar sentada frente a la computadora al menos por dos horas en la mañana y dos horas en la tarde, y cuando digo sentarme me refiero a trabajar. Esto se volvió una rutina.”
Hay dos maneras en las que tenés trabajo por cuenta propia. Los buscás y los gestionás mercadeándote ante empresas, micro negocios, organizaciones no gubernamentales o personas particulares. O, por referencia. En el caso de las personas que entrevistamos, cuentan que sus trabajos han llegado de esta manera, sin embargo el inicio no fue fácil. Algunos enviaban sus CV a varias consultorías, hasta pegar en una, luego la calidad de sus trabajos habló por sí mismos, pasando de boca en boca sus cualidades como profesionales.
Por otro lado, el tema de organizar un ingreso que no es fijo, parece resultar todo un aprendizaje. Como el ingreso del salario no es fijo, se trabaja bastante, porque igual que las hormigas se tiene que guardar para cuando no haya. A veces, se tiene que trabajar hasta en lo que no se gusta para tener ingresos, pero no es que sea siempre así.
Es una modalidad que requiere disciplina, además, apunta Oscar, “se necesita analizar e invertir, manejar el dinero y también ser ordenado, no endeudarse y si se tiene deudas pagar a tiempo.”
Por otro lado, está el tema de los seguros, pues al no estar en un modelo que garantiza el pago del seguro social, hay que hacerse cargo de esto uno mismo. Sobre los seguros hay diversas opiniones por el papeleo, la calidad de la atención y la sensación que el dinero se va a la nada. Pero a la gente que entrevistamos le parece una buena opción.
Al hablar del Seguro Facultativo del INSS, aun cuando el sistema no es tan eficiente, te aconsejan invertir en él para garantizar al menos una pensión básica para tu vejez. En cuanto al régimen integral las opiniones difieren, mientars unas personas consideran que es un gran ahorro en medicinas y gastos en consultas privadas, otras piensan que dependiendo del caso usar el sistema público de salud o ir a un médico privado.
Por otro lado están los seguros de vida y los de accidentes que te pueden ser útiles a la hora de un gran imprevisto en tu vida. Si podés pagártelo, hacelo.
Sobre ser freelance
Para María Martha en esta vida «… se necesitan pasiones y con todo y todo, me siento orgullosa de ser freelance.»
Ana Leonor Paíz opina que la ventaja es que “me permite hacer lo que me gusta, conocer lugares, culturas, personas nuevas, dispongo de mi tiempo a gusto y tengo la oportunidad de aprender cosas nuevas.”
Oscar Acuña, siente que “el trabajo como freelance es genial, las oficinas cada vez se transforman en espacios que no son rentables, por ende los profesionales tenemos la oportunidad de aportar desde otras posibilidades al mejoramiento de los proyectos o de las cosas que hacen.”
Para Roberto Stuart, este trabajo tiene muchas ventajas: “Soy más libre, conozco más de la realidad, estoy en igualdad de condiciones con el que le interesa mi trabajo, escojo lo que quiero hacer, puedo ordenar mi tiempo.”
Escrito por Lucy Medina